La compensación económica consiste en el derecho que tiene a uno de los cónyuges que, por haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las labores propias del hogar común, no pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa durante el matrimonio o lo hizo en menor medida de lo que podía o quería, para que se compense el menoscabo económico sufrido por esta situación al momento del divorcio o declaración de nulidad del matrimonio (artículo 61 de la Ley de Matrimonio Civil).

De esta forma se busca reparar y reconocer económicamente al cónyuge que sacrificó su desarrollo laboral y profesional en aras de la familia y el hogar común. Aquél de los cónyuges que pudiendo trabajar no lo hizo o lo hizo parcialmente para dedicarse a la familia. Es así que esta institución viene a reconocer ese trabajo y lo cuantifica de manera económica para que de esta forma ese cónyuge no quede en la indefensión y pueda ver recompensados sus sacrificios realizados en beneficio de la familia y el hogar común.